ESET recopila una serie de recomendaciones para los padres sobre el uso de dispositivos conectados en el regreso a las rutinas escolares de sus hijos
Septiembre es sinónimo de fin de verano… y de “vuelta al cole”. No son pocos los padres que, durante las últimas semanas, han estado preparando todo lo necesario para que sus hijos tengan a punto su material escolar, la ropa para el nuevo curso e incluso ordenadores portátiles, tabletas y smartphones. Por ese motivo, ESET, la mayor empresa de ciberseguridad de la Unión Europea, ha recopilado una serie de consejos con los que ayudar a que nuestros hijos se enfrenten con éxito a los riesgos potenciales que acechan en un mundo cada vez más conectado.
Uso responsable de las tecnologías Si a nuestros hijos ya les hemos entregado algún dispositivo con conexión a Internet, es importante que revisemos algunos puntos clave para evitar problemas en el futuro. Además de tener una conversación con ellos para asegurarnos de que hacen un uso responsable de estos dispositivos, también debemos garantizar que se encuentran debidamente configurados y que cuentan con las herramientas necesarias para garantizar un mínimo de seguridad.
Para ello es necesario revisar al menos tres puntos básicos: la ejecución de cierto tipo de aplicaciones, el tiempo que se pasa utilizándolas y el análisis de aquellas que se instalen en el dispositivo. Esto se puede realizar de forma básica con las opciones que ya vienen instaladas por defecto en el dispositivo (ya sea Android o iOS) o, si se prefiere, mediante opciones más avanzadas, instalando soluciones como ESET Parental Control y ESET Mobile Security (ambos para sistemas Android).
Aun habiendo instalado aplicaciones específicas y configurado el dispositivo según las recomendaciones proporcionadas, no debemos confiarnos: conviene sentarnos con nuestros hijos y enseñarles a reconocer los engaños típicos que pueden encontrarse mientras navegan o conversan con otros usuarios.
“Por mucho que algunos piensen que los menores ya nacen sabiendo todo lo relacionado con la tecnología, esto no es más que una percepción equivocada y conviene enseñar a nuestros menores a utilizar el sentido común y aprender a reconocer los vectores de propagación de amenazas más comunes”, afirma Josep Albors, responsable de concienciación en ESET España.
Prevención del ciberacoso Hay un tema que, a pesar de estar relacionado con el uso de la tecnología e Internet en las aulas, no suele tratarse en profundidad cuando hablamos de medidas que se adoptan para proteger a los menores: el ciberacoso escolar.
Este tema atañe a todos, tanto a los padres como a los educadores, a los propios menores e incluso al resto de la sociedad y es algo que puede solucionarse si todos ponemos de nuestra parte. Debemos tener en cuenta el poder de amplificación que tiene Internet, ya que una publicación o comentario ofensivo hacia un menor publicado en redes sociales causa más daño y llega a más gente que si se limitara al entorno físico de la escuela.
Para evitar que el ciberacoso siga siendo un problema importante cada curso ESET recomienda aplicar los siguientes consejos:
-
Educar a los estudiantes para que sean buenos usuarios de Internet: de la misma forma con la que se nos educaba a los que nos aventurábamos por una primitiva Internet a mediados de los 90 y se nos enseñaba la Netiqueta, ahora debemos educar en el respeto y el buen uso tanto en el mundo físico como el virtual, puesto que ya no existe separación y las acciones realizadas en uno tienen consecuencias en el otro.
-
Priorizar la concienciación sobre la prohibición: la prohibición por parte de los padres o de las propias escuelas de dispositivos electrónicos como los móviles puede tener consecuencias indeseadas, ya que los menores pueden ver esta prohibición como un aliciente más para utilizarlos, aunque sea a escondidas y sin supervisión. Además, les deja en desventaja con respecto a otros estudiantes de su edad, puesto que les priva de herramientas fundamentales que van a tener mucho peso en su desarrollo profesional futuro. Resulta mucho más útil aprovechar las posibilidades de estos dispositivos para mejorar el desarrollo educativo y el bien común, como la compartición del conocimiento o el apoyo mutuo. Los maestros también pueden aprovechar la utilización de la tecnología para fomentar su uso ético.
-
Solidaridad a la hora de informar del ciberacoso: en muchos casos de ciberacoso en las escuelas, la mayoría de compañeros de la víctima saben por lo que está pasando. Sin embargo, optan por no decir nada por temor a ser la siguiente víctima del ciberacosador. Es en estos casos donde se debe actuar y conseguir que los menores aprendan que ayudar a un compañero no solo no es convertirse en un chivato sino que puede ayudar a futuras víctimas a que no pasen por situaciones desagradables.
-
Fomentar el apoyo a las víctimas: no es extraño encontrar a menores que piensen que sus padres y profesores saben menos de tecnología y temas relacionados con Internet que ellos mismos. Esta creencia hace que no recurran a ellos en primera instancia a la hora de buscar consejo ante un problema de ciberacoso. Por ello, es necesario que los adultos aprendamos a escuchar y comprender los problemas que un menor puede tener y que estén relacionados con el uso de Internet.
Aunque no seamos ningunos expertos en la materia, la experiencia vital de un adulto es mucho mayor que la de los menores y ese es un punto clave a la hora de generar empatía con ellos y enseñarles cómo afrontar este tipo de problemas.
“En conclusión, debemos aceptar a la tecnología y, especialmente, a Internet como algo positivo, sin olvidar que un mal uso puede traernos problemas y actuando adecuadamente para solucionarlos. Mirar hacia otro lado, tratar de ocultar los problemas o culpar a las víctimas no aporta ninguna solución y solo agrava el problema por lo que hemos de adoptar medidas efectivas para formar a una generación que utilice la tecnología de forma responsable”, concluye Albors.